Hoy se ha venido al podcast Carla Mouriño de la newsletter Alas. Carla es una apasionada de la comunicación y el storytelling. Hablamos de su gran cambio personal y profesional tras ser despedida durante la pandemia y cómo aprovechó sus habilidades para crear su newsletter personal.
En nuestra charla, Carla revela cómo ha sido su proceso de definición y cómo ha aprendido a aceptar que se define de muchas maneras diferentes. Además, analizamos la importancia de dar un toque creativo y literario a las historias corporativas y cómo la pandemia fue un momento de transformación para ella. También debatimos sobre cómo mejorar el contenido de nuestras newsletters, probando diferentes cosas y observando qué funciona mejor.
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Notas del episodio:
00:00:00 Introducción y bienvenida
00:01:20 La historia de Carla Mouriño
00:03:06 Cómo fueron sus inicios en el mundo de las startups
00:07:23 Cuándo y porqué crea la newsletter Alas
00:10:37 De qué va Alas y Piscinas
00:11:10 Origen de la newsletter y reflexiones personales
00:12:14 El formato cambiante de las cartas y la sorpresa que generan
00:13:32 La importancia de lo inútil y la desconexión de la monetización
00:15:00 Imágenes y estética en la newsletter
00:15:57 Reconocer la motivación y enfocarse en la libertad creativa
00:17:48 El costo de aprendizaje y la consistencia en la escritura
00:25:00 Conexión con la audiencia y estilo personal
00:32:53 Estrategia de compartición y crecimiento
00:33:55 Aprovechando el boca a boca y colaboraciones
00:37:02 Funcionalidades de Substack y crecimiento de la lista
00:38:50 El papel de las métricas y las bajas en newsletters
00:43:37 Oportunidades laborales derivadas de la newsletter
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📌 Sus newsletters imprescindibles:
→ Nada importa de Jesús Terrés
→ Emprende en remoto de Olga de Andrés a la que entrevisté aquí
→ La del New York Times
Transcripción
Hola, soy Chus Narro y te doy la bienvenida a Escuchando Newsletters, el podcast para aprender e inspirarse con otros creadores de newsletters. Hoy se ha venido al podcast Carla Mouriño, de la newsletter Alas, un boletín en formato piscina al que hay que suscribirse para verse agua. O eso dice ella. La verdad es que hace tiempo que no pasa por el podcast una invitada que hace Miss Celania, cuyo denominador común es ella, es la autora, en este caso Carla. Así es que seguro que aprendemos cositas chulas de una newsletter diferente. Pero bueno, hablando de newsletters, cómo iba a hacer un podcast sobre esta temática y no pedirte que te suscribas a mi newsletter de newsletters. Apúntate y cada martes recibirá información, noticias y tendencias relacionadas con este formato, newsletters en las que inspirarte y tips para seguir creciendo tu lista de suscriptores. Entra en chusnarro.com o apúntate desde el enlace que te dejo en las notas del programa. Bueno ahora sí, hecha toda esta presentación y CTAs varios, Carla, bienvenida a Escuchando Newsletters. ¿Cómo estás? Hola Chus, encantada. Pues estoy genial y súper feliz de estar aquí contigo hoy, a ver qué sale de aquí. Ya ves. Mira, si me permites, quiero leer una frase que me respondiste al email en el que te invitaba al podcast y me dijiste, debo decirte que soy un poco bicho raro y mezclo mucho newsletters literaria, mis artículos de viaje, mi vida nómada y mi trabajo. Curiosidad máxima de lo que salga de nuestra conversación. Pues bueno, yo también tengo mucha curiosidad y prácticamente este tipo de charlas son de las que más disfruto por esa intriga de por dónde irá todo esto. Así es que a ver qué conseguimos. Total Chus, yo creo que te avisé por esto de que quien avisa no es traidor, porque digo, no sea cosa, yo le voy poniendo en antecedentes, de que siempre me ha costado mucho definirme de una sola manera y luego he aprendido a abrazar que me defino de muchas. Entonces, bueno, es así un proceso también interno mío. Es un paso importante, sí, sí. Total, total, total, total. Bueno, pues empecemos por el principio, ya que has hablado de que te cuesta definirte o ha sido un proceso. Cuéntanos un poco para ubicarte quién eres y a qué te dedicas. Venga, bueno, pues mira, yo soy Carla como me has presentado ya. Soy periodista, llamaría de formación, soy periodista, yo estudié periodismo, nací en Valencia, aunque siempre, y lo destaco, soy mitad argentina porque mi padre es de Buenos Aires y es algo que llevo con mucho orgullo y siempre me encanta contarlo, así que soy mitad argentina, mitad valenciana, mix también curioso. Y bueno, estudié periodismo y yo hace ocho años, o sea, cuando terminé la carrera, prácticamente yo tenía 20, a punto de cumplir 21, ya me metí en el mundo de las startups. Me fui a vivir a Londres, no sabía qué hacer, ¿sabes? Típico momento de yo no quiero estudiar un máster porque no sé qué hacer todavía con mi vida, ¿qué? ¿Cómo voy a estudiar un máster? ¿De qué? Y bueno, ahí trabajé en la Embajada de España y luego encontré mi primer trabajo remunerado en una startup. Y si te soy súper sincera, yo entré diciendo, yo no sé nada de esto, no sé ni qué es una startup casi. Hablo de que era 2016 y ahora como que está mucho más normalizado, pero yo en ese momento, bueno, pues empecé a trabajar en la startup, que era startup española, lo que pasa es que tenía el CEO en Londres y yo empecé a trabajar ahí y empecé a hacer comunicación para startups y empecé a abrir este mundo de relaciones públicas, que es un poco, que al final era mi trabajo, consistía en posicionar, en ese caso era un e-commerce, al e-commerce en la web, pero también en el mundo, en el mercado, entender, oye, era de venta de entradas la startup y empecé a descubrir este mundillo de crear notas de prensa o crear historias, oye, ¿cómo puedo crear algo que sea noticiable, que salgan medios y que eso pues legitimea la marca y nos traiga más usuarios? Empecé a abrir todo un mundo, empecé a hablar de SEO y aquello fue una transición también porque yo entré a periodismo porque me gustaba escribir, sinceramente, o sea, como el más puro instinto de, oye, me gusta contar historias, contar historias de los demás y tal, y luego de repente me vi consultando historias de una empresa, que era otra forma de contar historias, pero siempre le di un toque muy creativo y muy literario que es, en realidad, todo lo que hago va en torno a eso. Sí, o sea, quitarse la casposidad del entorno corporativo, 360, todo esto, ¿no? 100%, o sea, era como creemos historias de verdad, quién está detrás de esto, qué experiencias se viven o qué ocurre en torno a lo que es la empresa, que no solo sean datos y tal, ¿no? Entonces, bueno, empecé a currar de eso y en la pandemia, yo creo que como a mucha gente le pasó, bueno, fue transformación personal y profesional. Yo ya llevaba meses pensando, ya llevaba cuatro años casi en la startup y pensando, ostras, quiero hacer algo yo, quiero emprender, pero no sabía qué forma darle. ¿Sabes? El miedo también que te da esos momentos vitales en los que, todo un revolucion de, necesito cambiar, pero me da mucho miedo. Y bueno, la vida, el universo a veces te da bonitas mensajes y es que a mí, pues me despidieron. La startup, pues vino la pandemia y el primer día de pandemia era una startup de turismo y se fue, todo explotó un poco y ese despido a mí me dio las alas suficientes para tomar nuevos caminos, para de repente decir, me voy a dar un tiempo porque yo no quiero buscar un nuevo trabajo, yo no quiero ponerme a hacer un currículum y a echar, quiero ponerme a hacer un deck de mis servicios porque resulta que yo quiero tener proyectos, quiero trabajar en cosas. No sé todavía en qué, pero aprovechando como mi expertise, que en general llevaba cuatro años trabajando haciendo relaciones públicas, dije, es mi momento. Entonces empecé a experimentar, empecé a despejar un montón de cosas. Desde que creé un movimiento en Instagram que se llamó Yo me quedo en casa cocinando durante la pandemia. Ahí hice pear conmigo y empecé a decir, ostras, creo que se me da bien lo de contactar con los periodistas, creo que de lo que he hecho hasta ahora es lo que más me gusta o en lo que más me siento cómoda. Empecé, me di un margen, esto pasó en marzo, pues dije, si en octubre yo no tengo un cliente, un par de clientes que me den como una especie de salario pequeño, yo me prometo a mí misma que busco trabajo. No me hizo falta porque es verdad que por circunstancias y porque me moví un montón y le conté hasta al apuntador y al vecino del quinto literal lo que quería hacer y que estaba moviéndome y qué tal, encontré mis primeros clientes. Y ese verano, yo lo llamo el verano mágico porque ese verano es el que realmente consigo los clientes y además es el verano en el que decido también tomar ciertas decisiones respecto a qué iba a hacer con este hobby que yo tenía de escribir. Si de verdad quería profesionalizarlo y dar un paso en yo escribo pero no solo escribo diarios para mí o cosas como muy íntimas que no comparto, oye, puedo dar un paso y puedo compartir esto y ver qué pasa. Entonces eso todo sucede en paralelo. Yo consigo clientes, empiezo a estar motivada profesionalmente de decir, ostras, soy independiente, estoy empezando a crear mi propio futuro y tomo dos decisiones. Una es enviar un artículo a Condenas Traveler, que es la revista, para ver si me lo publican y la segunda es crear mi propia newsletter porque dije, si no me lo publican, lo voy a publicar yo. O sea, un mix de cosas. Me lo publicaron, a veces el universo de… Bueno cuando haces cosas, por aquí lo tengo quien esté viendo el vídeo, cuando haces cosas pasan cosas, o sea que tu caso es clarísimo. Eso es verdad. Y entonces me aceptaron el artículo pero dije, uy, pero yo ya quiero crear una newsletter y la llamé a las por todo este proceso que estaba viviendo. Y esa metáfora que yo hago de la piscina también tiene que ver con eso, de tienes que tirarte para saber si hay agua. Pues un poco lo que yo hice en todo ese verano. Oye, me voy a tirar a esto, no tengo ni idea de lo que va a salir, pero siento que tengo que ir hacia esa dirección y que tengo que intentarlo. Porque hay momentos en los que tú en la vida, pues mira, ya me pegaré la leche que tenga que pegarme. Pero yo estaba muy convencida de que estaban en ese momento. Y bueno, y ahí nace Alas. Aparte nace un 24 de agosto 2020 que no sé por qué me acuerdo, como si hubiese tenido un bebé o algo. No, pero siempre, yo creo que todos los que creamos cosas sabemos las fechas de lanzamiento. Y recuerdo qué nervios tenía. Y tenía muchos nervios porque era la primera vez que iba a compartir cosas, que escribía yo personales. Y me enfrentaba también a esa disyuntiva de ¿le interesará a alguien? Y claro, recuerdo que yo nunca me atrevía a publicar nada de lo que escribía en Instagram y todo porque me daba mucha vergüenza. Y esto es real, el acto de que yo publicase y yo sintiese que tú me leías. Pero en cambio enviarte una carta era diferente. Y te va a parecer una tontería, pero yo siento que yo te envío un email y yo digo, ahí ya te lo he enviado, me voy. Tú ya lo abrirás cuando quieras. Y siento que hay una pausa en el envío que también favorece el que te lo leas en el momento que tú elijas, que tú abras ese correo y que yo te lo envíe y sea como una correspondencia íntima entre tú y yo. Y entonces ese fue un poco mi motivante para elegir el formato newsletter a la hora de comunicarme en esta parte que tú ya has llamado muy bien y que me ha gustado mucho, miscelánea, porque al final casi es un diario íntimo. Sí, justo te iba a hacer la pregunta difícil que nos digas de qué va la newsletter. Claro, la newsletter es en realidad un diario íntimo. Bueno, llamémoslo carta porque es verdad, fíjate, cuando hablo con otras personas que sienten esta comunicación no tanto como una newsletter que se asocia más a venta, depende del círculo, se asocia más a venta, comunicación más corporativa y tal, hay gente que prefiere llamarla y se siente más cómodo llamándolo a carta porque en verdad son cartas digitales. Entonces, bueno, llamémoslo en este caso carta. Estoy contigo porque además cuando yo se pongo en mi Instagram o en mi Twitter, oye, he escrito una carta. O sea, suelo poner vas a recibir una carta y aparte muy romantizado, pero sí que es verdad que tengo esa concepción. Entonces, la pregunta de qué va es un diario íntimo de mi vida y normalmente cada semana reflexiono sobre temas que me han hecho reflexionar a mí. Es decir, yo soy una persona muy curiosa, muy lectora o estoy acabando un libro o estoy haciendo un viaje, que diría que es la segunda fase de la newsletter, de esta segunda fase, pero nace como un diario íntimo en el que yo reflexiono sobre temas que a mí me preocupan o me gustan. Entonces, esa reflexión a veces es en un ámbito más literario, de que simplemente te vuelco un texto que es mucho más poético y a veces sí que te cuento, oye, es que me he encontrado esto o es que estaba escuchando esta canción o he leído esto que me ha hecho pensar en este otro tema. Claro, es tan abstracta que yo decía, claro, que me va a querer leer y al final lo que me he dado cuenta es que sí que hay mucha gente que me lee más de la que yo creía nunca en mi vida y que me leen porque les gusta leer sobre lo que he pensado y les gusta la forma en que lo traslado o en que lo plasmo. Y es una cosa de, bueno, pues igual esta semana estoy hablando de la valentía y de que tomar decisiones y la semana que viene te hablo de los miedos. Entonces, es un poco ese flujo temático y por eso te decía, siempre pongo mi call to action es, tienes que tirarte para saber si hay algo, no tienes ni idea de lo que vas a encontrar. Sí, pero no sé, hay un elemento que engancha, no sé, es curioso porque no sabría decirlo, quizás es porque escribes muy bien y yo creo que hay un elemento también de sorpresa, ese factor de no estoy siguiendo una estructura fija, que puede tener una newsletter un poco más formativa, que te enseña o te mantiene al día de X tema. Al final yo aquí leo a Carla lo que transmite, lo que le ha pasado esa semana o su experiencia ahora que está en Bali. Entonces, de alguna forma seguir una carta por carta tu vida y tus reflexiones. No solo es súper personal, voy a ver qué está haciendo, qué ha hecho esta semana, sino muchas veces esos pensamientos tuyos lo que despiertan en la mente de otras personas. No sé si es un estilo de todos estos que has nombrado, porque hay muchas veces que pones ideas sueltas que han sido retales de vivencias, otras de ahora que si estás viviendo en otro país también cuentas un poco. No sé si hay un estilo que te guste más o depende un poco de tu época. Depende un montón de la época. Reconozco que cuando estoy en momentos que me están ocurriendo muchas cosas a la vez y yo siento, es lo que tú decías, hago estas recopilaciones que son lista de cosas, de retales, de cosas que me han volado la cabeza esta semana y te las dispongo de forma desordenada. Porque igual no siguen una historia, porque yo normalmente cuando escribo más el formato carta tradicional sí que cuento una historia. Tiene como su inicio, su nudo, su desenlace o su conclusión. Y hay veces que esas listas me facilitan mucho el expresar diferentes cosas que me han llamado la atención o que me han suscitado una emoción o lo que sea. De hecho, muchos de los comentarios que recibo es que esas listas gustan mucho porque son como muy al punto. De repente es como, me he dado cuenta de esto y esto. O te hago esta recomendación o he leído esta frase en un libro que me ha vuelto loca. Es como muy compartible o más enviable esa parte. Ahí tuve mi conflicto con el tema de compartir. Lo que me pasó al principio es que primero me daba mucha vergüenza compartir. Luego me di cuenta que lo empezaba a enviar y la gente compartía cosas que había leído en mi newsletter y entonces yo claro, pues eso te motiva. Cuando estás haciendo algo siempre te emociona que alguien lo comparta o que digas qué pasaba lo que he leído. Me di cuenta que pasaban los meses y empecé a escribir de un formato que yo pensase, esto se podría compartir o esta frase quedaría como para compartir. Y dije no, no, no. O sea, me di cuenta yo misma que estaba cayendo en mi propia trampa de pensar más en cómo podría compartirse que en la historia que quería contar. Entonces tuve un momento que hice hasta un pequeño parón de no, no, yo quiero volver a escribir mis relatos y si tú de ahí quieres compartir algo me parece perfecto. Pero me vale que te despierte una emoción. De hecho me gusta más muchísimas veces que recibo comentarios en privado o respuestas por email, que yo digo estos formatos pistolar total en el que ya me responde por email, yo le vuelvo a contestar. Y genero ahí esa relación más armada y ya no me alimento de ese flux de dopamina que te da el que te lo compartan. He intentado como superar esa parte. Qué bueno, esto me parece súper interesante porque muchas veces al final está la motivación de crecer a toda costa y captar suscriptores y al final hay que hacerlo compartible porque si la gente no comparte que le mola la newsletter la bola no empieza a crecer. Y me parece muy interesante que tú te pararás y priorizaras un poco tu estado mental, tu libertad creativa más allá de esa dopamina que has dicho que muchas veces es la droga, ¿no? Como se dice la droga del siglo XXI. Qué bueno, qué curioso. Pero ¿hiciste parón a nivel de dejo de enviar la newsletter o cambió el formato y tengo libertad creativa? Creo que hice un parón de una semana, fue algo así. Fue como que me ocurrió todo muy rápido pero dije, me ha ocurrido esto, me estoy dando cuenta de que me frustra si no me lo comparten. Y también te digo por qué llegué a esa conclusión y es un poco por qué nace la newsletter. Y si yo pensaba en la newsletter como una parte muy personal de mi vida que quería compartir a nivel creativo y a nivel más esa parte no tanto asociada a negocio, captación delito, que tú decías, ya tenía otras partes de mi vida siendo freelance las que me dedicaba mucho más, hoy me he dedicado y sigo en ello, a posicionarme como profesional o a posicionarme. La newsletter no tiene ese objetivo. La newsletter habla de mí y de la forma en que escribo y es verdad que gracias a la newsletter yo también tengo un porfolio de cosas que escribo y de contenidos que creo y que luego realmente me ha abierto igual otras puertas más hacia la parte de escritura o de contenido que igual yo ni siquiera en ese caso había buscado estrictamente con la newsletter. Quizás eso me relaja y también porque soy una fanática, a ver de cómo lo explico, de lo inútil. Soy una fanática de lo inútil, no todo lo que haga en la vida y esto ya he leído muchos libros, manifiestos filosóficos que recomiendo por cierto, de un italiano que se llama Nuccio Ordine que habla de la utilidad de lo inútil y es que sí, yo soy muy fan de verdad, no es que sea fan es que soy prescriptora también si puedo ser, de hacer cosas que no tengan por qué ser eficientes, buscando la máxima eficiencia, buscando una recompensa exactamente monetaria que eso no significa que yo viva del aire, evidentemente no, tengo vías de negocio y también pienso, ostras, sería chulo monetizarla o sería chulo en algún momento darle ese plus pero también es bonito poder tener un proyecto en el que yo crea de forma personal y que me sirva para practicar mi escritura, para mostrar mi mundo, para hacer generar una emoción. Si yo genero eso, ahora mismo a mí me sirve y eso es inútil en las reglas del mercado pero el ser humano también se alimenta de cosas que no son útiles, que no alimentan el alma. Por supuesto, sí, además te aplaudo porque precisamente tengo este podcast un poco para dar todas estas facetas y por el podcast, no sé, creo que ya han pasado más de 50 años Letero y un gran porcentaje la monetiza o la ha creado para monetizar pero hay otros que su única pretensión era mejorar la escritura, empezar a compartir reflexiones y luego asociado a eso viene una parte de retorno, un poco de esa inversión. Pero es que no todo en la vida es voy a hacer esto por ganar dinero, ojo, a ver que no se me entienda mal, pero es que al final tú aprendes, hay un coste de aprendizaje de todo lo que se hace que no sabes cómo te va a aplicar el día de mañana. Entonces, bueno, aplaudo un poco tu inutilidad de hacer cosas porque al final, no sé, creo que es un mensaje que se da poco porque no sigue las reglas del mercado, efectivamente. Total, total. Bueno, has dicho que justo paraste una semana, pero es que viendo tu archivo en Instagramhashtag sorprende lo constante que eres, o sea, te felicito también porque creo que no hay semana que… o sea, tú ves el archivo y es que en cada mes cuatro o cinco, depende de cómo caiga, ¿cómo lo consigues? o sea, ¿qué te motiva a escribir cada semana y a no fallar? Pues fíjate, o sea, es algo que he pensado porque de repente caí que va a hacer tres años, o sea, de repente dije ¿cómo puede ser que yo lleve tres años? o sea, no me he dado cuenta que ha pasado. Y es uno porque escribo siempre, yo escribo todo el tiempo, si yo no escribís en la niña, yo escribo diario, yo de repente estoy parada tomándome un café y se me… he leído esto y me ha despertado una reflexión, entonces yo escribo porque no sé hacerlo de otra manera, ¿no? escribo porque es mi forma de expresarme, desde que tengo uso de razón, además yo era muy pequeñita y tenía un diario, yo tengo diarios escritos desde que tengo ocho años, entonces para mí como es… hay algo tan bonito en expresar lo que me ocurre a través de la escritura, me gusta mucho tener la newsletter porque me obliga a reflexionar sobre lo que vivo y entonces me la he tomado como esa parte de, oye, me paro en toda esta vorágine, tengo reuniones, estoy de viaje, estoy no sé qué y de repente me paro, ¿qué he vivido esta semana? ¿qué me ha pasado esta semana? o ¿qué he leído que me ha encantado? para no perderlo y como lo guardo casi como un archivo propio digo, ostras, qué bonito porque al final me ayuda y es lo que tú dices, si tú vas a mis upstacks vas a ver en realidad mis últimos tres años, con mis más y mis menos o mis viajes, eso me encanta también, que se convierta en un archivo de cosas que voy viviendo cuando voy viajando y entonces además es que soy disciplinada por naturaleza, debo confesar que en mi personalidad está la disciplina, también para una freelance que tiene muchos proyectos y estas cosas y que vivo en horarios diferentes, entonces si no tuviese disciplina creo que no podría, entonces soy muy disciplinada y eso es lo que te decía, que como para mí es el vuelco y la reflexión de la semana, es una cosa que casi me sale natural, es verdad que hay algo que ha cambiado, antes yo un domingo, un lunes ya tenía escrita la newsletter del viernes, era algo bastante habitual, tomaba ese proceso que decir los domingos me gustaba un poco ver y ahora si te soy súper honesta, el jueves, no estás ahí, el jueves estoy apurando, pero también porque me la tomo un poco más de, vale te voy a voltar, casi lo que he vivido la última semana de verdad, no lo fakeo tanto porque al principio no es que fuese fake, sino que reflexionaba mucho anterior, anterior y ahora es como me están ocurriendo muchas cosas, voy a esperar un poquito para ver y ahora los jueves suelo dejarla finiquitada para los viernes, intento no esperar el viernes por la presión, porque además es verdad y eso no te lo había contado, que elegí el viernes porque es mi día favorito de la semana y entonces dije es mi súper día de la semana, me encanta porque trabajo un poco pero también tengo esa sensación de preludio, a mí me encanta la previa de las cosas, me parece maravilloso, lo que sucede es súper guay, pero ese momento previo en el que tú estás ya nervioso, ya te estás preparando y creo que el viernes a las 4 de la tarde es justo ese momento en el que mucha gente transiciona entre una vida y otra, la del fin de y la de entre semana, entonces dije ahí lo mío, bueno, bueno, buena justificación, esa es un poco la idea y por eso soy tan constante, no sé, estoy orgullosa. Hombre, ya te digo que es para aplaudir porque no todo el mundo, yo creo que es uno de los frenos que más se pone la gente, de joder, yo es que no voy a ser capaz de escribir, bueno, cada semana ni tan mal, pero es que hay gente que escribe a diario, entonces bueno, cada uno tiene sus puntos débiles y sus puntos fuertes, pero sí, la disciplina al hábito es básico si quieres tener un mínimo de constancia. He rescatado una frase tuya a raíz de esto de la constancia y tal, no lo recuerdo bien, pero creo que era de un número en el que, bueno, no tenías claro si te iba a dar tiempo a sacar o de qué escribir la newsletter, la carta, perdón, y justo ponías, me di cuenta de que eso era lo que cambiaba todo para mí. Un día dejé de pensar tanto y me lancé a hacer el ridículo y a ir viendo lo que salía. Así que esta carta breve la escribo por eso, en homenaje a que a veces las cosas no salen perfectas y que también de ahí puede salir algo. Yo creo que esto cierra un poco, ¿no? Esta conversación que hemos tenido de, bueno, hacer cosas, empezar, ¿no? Hacer cosas porque nunca van a estar perfectas, muy difícil que salga perfecto, pero si no la empiezas no te vas a dar cuenta a iterar, a probar un formato, a probar otro y a aprender. 100%, o sea, yo cuando empecé a hacerla nunca me imaginaba que tomaría esta forma, pasé de la vergüenza a ser una cosa de la que estoy orgullosa y sí que es un momento en el que he recibido mensajes de, si la convirtieses en un libro, me lo compraría. Y te juro que es la primera, o sea, y no han sido uno, han sido varios. Y yo pensaba, que no será esto hacia dónde me lleva y por qué la hice. Esta es la pregunta retórica que me lanto a mí misma. Bueno, luego hay un bloque monetización, lo voy a dejar, ¿vale? Esas preguntas las voy a dejar para ese bloque. En cuanto has dicho a lo de organizarte, bueno, eres muy disciplinada y tal, pero al final tienes ya cierto hábito en captar temas o en saber de qué vas a hablar, pero no sé si tienes una herramienta más digital de decir, de apuntarte todas esas ideas y vaciar el cerebro, o eres más caótica en plan de ya tengo el tema de la semana que viene. Mira, yo, si, súper sincera, soy muy caótica para eso. Súper sincera, utilizo mucho mis notas del teléfono porque hay veces que a mí la inspiración se me cruza en los momentos más random que te puedas imaginar. Y me pasa mucho en los coches, en los trenes y en los autobuses. Si yo estoy en movimiento y especialmente es como que me da por pensar y se me ocurren cosas. Entonces, yo tengo mis notas del teléfono donde igual me apunto frases o keywords, que yo la llamo casi, de oye, quiero hablar de esto, o ya sé todo, o escucho una conversación y a veces me han venido cosas de he escuchado una conversación y he dicho wow, tal, o sobre todo si estoy leyendo. Es verdad que al final yo leo artículos, leo mucho libro porque yo soy mucho lectora de ficción. Entonces, trasladar eso a la vida, de alguna manera en oye, cómo es esto que estoy leyendo se aplica a mi vida. Me ocurre mucho. Diría que el blog de notas, diría que cuadernos así, fíjate, confesora, cuadernos de papel y boli. Porque muchas veces me gusta el proceso de si he tenido un par de ideas, me voy a una cafetería y sin ordenador intento hacerla. No la escribo toda, pero sí desarrollo lo que quiero contar con papel y boli. Un poco más de, haría esto, o anoto un entrecomillado de algo que quiero, seguro que vaya de esa forma, y utilizo mucho las notas. Debo decir también que para ordenar mi caos estoy empezando a utilizar Notion. Sí, pero el Notion se puede convertir en un adiógenes digital interesante. Iba a decir, creo que he visto los iconitos y todo que esté poniendo, me doy miedo a mí misma. Voy a convertir el Notion en un cuaderno de papel, pero bueno. Suelo hacer eso y siempre escribo la primera versión fuera de Substack, luego la meto y cuando la meto la leo. Y la leo varias veces en voz alta, incluso, porque piensa, como decíamos, que es muy historia mi newsletter. Entonces cuando la oralizo es cuando le veo el, uy, aquí pierde, aquí no pierde. Y suena un poco esto porque es verdad que como tiene bastante texto, tampoco es un testamento. No tiene mucho, lo que pasa es que muchas veces a mí Substack me advierte, señora, literal, usted se está pasando en los textos para la lectura de móvil. Y le digo, Substack, me da igual. No puedo cortar esto. Entonces suelo releer y edito sobre Substack muchas veces. Hay muchas palabritas y tal. Luego tengo una manía que es cuando quedan 10 minutos entro a verla, como un arrebato final en el que digo, voy a ver. Porque a veces se cuelan cosas. No te mandas preview, o sea, test. No, yo estoy muy caótica, estoy loca total. No, ¿sabes también por qué? Porque como no suele tener muchos títulos o mucha edición a nivel gráfico, suele ser un bloque de texto y la imagen que elijo de la semana, no tiene mucha dificultad a nivel diseño. Es más, que no se me hayan colado de ratas o que repita palabras. Me doy cuenta escribiendo, me doy cuenta un montón de, repito muchísimo la expresión a veces y siempre. Y yo, ¿por qué lo repito tanto? Tengo que cambiar, hago ese tipo de ejercicio también. Como buena escritora. Muy bien. Muy escritora, muy escritora. Has dicho también que colocas unas fotos siempre, un poco que transmite ese mood o ese estado de la semana o muchas veces como el momento clave de la semana. ¿Siempre las has añadido desde que lo empezaste? ¿Lo haces por algo concreto o simplemente, a ver si te pillo en esto, es para que aparezca como imagen destaca en el sub-title? Esa podría ser muy buena, esa podría ser muy buena. Pero es verdad que la newsletter empezó teniendo como más sub-apartados. Si vas al fondo de todo, cuando yo empecé, tenía más sub-apartados. Entonces la imagen solía corresponder a alguna historia en concreto. Había una historia, luego contaba otra reflexión o te recomendaba un libro y entonces la imagen se correspondía a una de las historias. Ahora de repente se ha convertido en la imagen que primero, uno, que tenga que ver, es verdad que muchas veces tiene que ver y otras veces digo, pues no tiene que ver, pues me ha inspirado. Entonces es verdad que es una mezcla. No pensé lo de los destacados, pero es verdad que queda más bonito y queda mejor. Así que siendo sincera, también hay una parte estética, claro, por supuesto. Muy bien. Vamos con el bloque de crecimiento. Me gustaría traer un tema que viene mucho al caso en este tipo de newsletters personales, cartas. Es que precisamente dentro de Creando Newsletters, que por cierto, chicos, es la comunidad de newsletters que más mola de internet. Hay algunas personas que tienen este tipo de newsletters, es decir, cartas más personales, que no responden a una temática, sino más a las reflexiones del autora o del autor. En más de una ocasión hemos hablado de lo complicado que es hacerlas crecer, precisamente por este componente personal, porque no es como la mía, de si quieres mejorar y hacer tu newsletter, apúntate porque la propuesta de valor es muy clara. Cuéntanos un poco, a día de hoy, cuántos suscriptores tienes y también cómo ha sido este crecimiento. Si tú lo has movido mucho para que así sea, si ha sido orgánico. Vale. Sí, yo de hecho te diría que es uno de los mayores handicaps, barreras o retos que tiene este tipo de newsletter, porque a no ser que tú, por lo que sea, tengas muchos seguidores previamente o tengas una comunidad ya creada que digas… Imagínate un escritor, alguien que ya lleva muchos años haciendo esto y tiene una comunidad de gente que sigue lo que escribe y entonces se apunta a cualquier cosa que haga. En mi caso no era ese, y menos hace tres años. Ahora te diría que aún escribo en varios medios de viajes y tal, y igual me puede conocer la gente porque escribo algo, pero sinceramente hace tres años, ni idea. Los primeros que se suscribieron fueron mis amigos, así que empezó así. Pero es verdad, yo ahora tengo casi mil suscriptores, no son muchos, pero bueno, es verdad y te soy honesta, nunca he utilizado ninguna herramienta para amplificar la newsletter y para darle más infusión, para darle más crecimiento, más allá de que yo suelo poner los viernes o los jueves, oye mañana voy a lanzarla, te pongo el enlace y es verdad que a todo el mundo que conozco le digo tengo una newsletter y esto es siendo super honesta, tengo una newsletter, suscríbete, es maravillosa, además te va a llegar una respuesta. Es como leerme a mí. Muchas veces alguien que me ha conocido me dice es que siento como que si te leyese con tu voz. Entonces bueno, esa ha sido mi única estrategia aplicada, ha sido compartirla. Es verdad que cada vez que alguien la comparte yo noto que hay un pico, cada vez que alguien me ha recomendado directamente de repente me suben y entran varios y no ha habido más que eso. Te soy super honesta en ese aspecto, como lo que te decía, ha sido un proyecto tan personal que yo me lo he tomado en, sí me apetece que crezca, pero tampoco le he puesto una herramienta. Y es verdad que claro, me lo preguntas y a mí me pica el gusahillo, porque soy una persona además con, siempre pienso, ¿qué puedo hacer para crecer? Y no le he dedicado el esfuerzo y el tiempo para que eso creciese sabiendo que tenía mis dificultades. Sí, esa sería como mi reflexión. Sí, es que es justo eso, es lo que tú has dicho, el hándicap de no tener una comunidad grande detrás y al final en muchos de estos casos es por el boca o a oreja, por las propias recomendaciones de, pues si yo te llevo leyendo un tiempo, o apalancarte en otros. Es decir, oye mira voy a tratar de que esta persona recomiende mi nuslete. De hecho en Shafta se pueden hacer sistema de referidos y tal, pero claro ahí es con qué recompensa juegas, porque si no tienes nada, yo qué sé, en el caso de si tú cuando saques un libro, pues a lo mejor puedes regalar el libro a cambio de que la gente te entrega suscriptores y tal. Pero claro, en este caso de estoy construyendo una comunidad o a raíz de lo que estoy haciendo en internet está formando una comunidad de gente alrededor, pues al final crecer es que no hay una propuesta de valor más allá de, joder, el viernes a las 4 va a recibir una carta de Carla que te va a hacer enfocar el fin de semana de otra forma. A lo mejor podría ser eso, pero entiendo ese punto y sinceramente no tengo la respuesta más allá de probar cosas, sobre todo colaboraciones, hacer fomentar esa compartición, pero ya nos has dicho que si lo fomentas pierdes ese halo. Yo creo que incluso también te soy sincera, puede haber un balance y yo creo que además en esta conversación seguro que me animas y me vas a picar para que te voy a escribir y te voy a decir, he probado esto. Porque sí que es verdad lo que tú dices, pero luego también hay muchas maneras de no pensar que es en escribir de forma compartible, sino pensar en cómo puedo ampliar que se comparta lo que ya he escrito de mi manera, respetando ese proceso. Entonces 100% es algo que debería hacer, esa es mi reflexión. De hecho, ahora voy a retomar un tema de Substance también, pero estamos hablando con alguien que pilota bastante de relaciones públicas, de aparición en prensa y tal. Es que precisamente pasaron por el podcast un par de newsletters, que era la B-letter y Planeta Mauna Loa, que sus editores son periodistas y al final se nota mucho del círculo en el que viene para captar nuevos suscriptores, porque ellos se apalancaron mucho en aparecer en prensa, al final tirar de contactos. Pues yo que sé, si alguien está haciendo un artículo de newsletters, pues primero que… Aparecer. Claro, pues decirle oye mira, pues yo tengo esta, habla de mí y luego le dice a Chuck que tenga una frase como especialista en newsletters, por ejemplo. Pero al final es curioso porque pensamos siempre, al menos desde el punto de vista marquetero, no me apoyo en Twitter, en LinkedIn, en Instagram, pero dejamos de lado esas relaciones que pueden ser públicas o pueden ser con otros creadores para hacer crecer la lista. Al final, si no amplias tu audiencia con la audiencia de otros, es muy difícil que la gente vaya a ti. Y precisamente, esto es el tema que te quería comentar de Substack, al final cada día yo creo están sacando funcionalidades enfocadas en eso, en que los escritores ganen suscriptores y crezcan la lista. No sé si has probado algunas de estas recomendaciones que hay de otras newsletters, invitar a otros autores, incluso lo nuevo de Substack Notes, que es un poco… Estoy en ello, estoy en ello, porque Substack Notes, el otro día dije voy a probar esto, a ver de qué va y cómo puedo hacer y me gustó y vi cositas. De hecho, me di cuenta que me habían llegado un par de personas que no sabía de dónde llegaban y venían de ahí. Y luego también es verdad que pensé lo del tema de las colaboraciones. Lo que pasa, lo que me ocurre con eso, es que es tan personal lo que escribo que al final tiene que ser como una co-creación de algo, una reflexión de dos personas que lo podría hacer. De hecho, a una amiga la animé, una buena amiga que escribe también y tiene una newsletter pequeñita, le decía venga vamos a probar aunque sea. Y luego ya no se decidió hacerlo. Pero es verdad que lo tengo ahí presente y probé en su momento una que se llama Lettermind, creo que puede ser, que es una especie de plataforma en la que te suscribes y pones tu newsletter y quedas ahí también con esto. Tampoco le di mucha ola. Si te soy sincera, creo que soy la peor invitada que tienes que ha hecho por un crecimiento de su newsletter. Pero sí, lo que comentabas es 100%. Y para mí, como también del mundo periodista, periodístico, quizás más eso, para mí es un balance entre ambas. Ni los marqueteros tienen todísima razón, ni los otros. Yo creo que una buena combinación de ambas estrategias puede dar algo incluso más natural. Hay que probar distintas cosas porque si no, no podemos decir que no funciona. Iba a decir, también hay que testear y según las temáticas, según el momento, es que hay un montón de cosas. Te pillas y de repente compartes algo que a un montón de gente le tal y se te suscriben. El momento es importante. Pues esto del Substance Note, igual para ideas así, reflexiones fugaces, igual te trae sorpresitas porque están haciendo como muy de discover, de descubrir. Total. Descubrilidad, no sé cómo se dice esa palabra. Descubrilidad, me encanta. Descubrilidad, ¿cómo es? Descubrimiento. Descubrimiento, vale, perdón. Tengo que escribir yo más también. Descubrimiento para otros creadores. Entonces, bueno, otro deber que te pongo. A ver si lo pruebas. A utilizar notes. Pero bueno, más allá de eso, en Substance, estás contenta, ¿no? Súper, me encanta. Es que siempre he estado en Substance. Estuve valorando varias cuando me puse, pero es que vi que era súper sencilla, que es que me lo pone todo fácil. Me gusta el tipo, es también muy estético. También te jago.pero me gusta la tipo, me gusta el formato, me es sencillo, creo que da muchas posibilidades para lo que yo hago además, que no busco como grandes… yo entiendo que es igual, buscas grandes diseños, no sé qué… no lo sé hasta qué punto la plataforma puede ser limitante, pero muy contenta con Sapstack para lo que yo hago. Eso es. Y métricas y tal, ¿cómo vas? ¿La sueles vigilar? La suelo ver y me llama la atención, tengo un 70% de open rate. Wow, muy bien. Y yo estoy muy contenta, porque yo he trabajado en comunicación y he trabajado en comunicación viendo newsletters, no llevándolas o capitaneándolas, pero al final como trabajas en departamentos de comunicación, pues la newsletter es un esto. Y yo veía y yo siempre he visto rangos entre el 23 y el 30% y decíamos estamos contentos, también es verdad que no es lo mismo que te escriba una marca, que tienes una base de datos mucho más amplia y yo soy consciente de que conforme se amplía la base de datos, los porcentajes te caen 100%. Pero bueno, ahora mismo es ese y me doy cuenta, yo incluso testeando los títulos y digo mira la gente, si le pongo esto de no sé cuántos, ¿cómo entran más? O más personal, eso nunca falla, lo personal o me he equivocado o sangre. Bueno, gusta muchísimo. Sí, sangre, sangre, eso gusta mucho. De repente digo de esto he tenido miedo, he pasado no sé cuáles, uy me encanta. Y bueno, sois tremendos. Y en cuanto a las bajas, ¿te importan? ¿las ves? Bueno, ahí depende del día. Fíjate que a veces de repente digo, uy, tengo tres menores, no me he dado cuenta y literalmente no tengo una mala relación con eso, no he llegado a la obsesión. Sí, es que depende del día, dices pero qué he hecho. Y al final, yo pienso bueno mejor fuera que dentro y que no me lean, pero bueno, hasta llegar a esa reflexión depende cómo sea, así como las gestiones. Y eso te vale para todo en la vida también. Sí, sí, sí, total. Pero también es una reflexión que cuesta llegar, muchas veces nos aferramos a cosas que no. Total, total. Bueno, en el bloque monetización ya has dado pista de que no es para nada un proyecto para monetizar, pero bueno, no sé si nos puedes contar algún plan que tiene a este respecto, si te ha llegado algún cliente gracias a la newsletter. Pues va a parecer random, pero sí me han llegado clientes para hacer relaciones públicas por la newsletter. Pero bueno, yo creo que también es un compendio de cosas. Yo creo mucho que las marcas personales o cómo te posicionas en la web al final no sólo es un elemento, sino es pues bueno, yo tengo un perfil de Twitter, tengo un perfil de Instagram, tengo un perfil de LinkedIn, que enfoco de forma diferente, 100%, pero que al final quien me busca y me encuentra y a través de la newsletter, bueno, entienden que pues les gusta igual cómo escribo, que les gusta cómo estoy viviendo. También es verdad que hago mucho approach de mi forma de ver la vida o mi forma de enfocar incluso dificultades o retos, también te habla de mí o de cómo soy. Entonces yo creo que es un compendio de cosas. Evidentemente, pues no es que alguien me contrate porque yo haya escrito una newsletter intensa un viernes, pero sí es una forma de mostrarme al mundo. Entonces yo creo que cualquier forma de que tú comuniques lo que eres y lo que haces es un canal de potencial visibilidad y de potencial adquisición de oportunidades. Puedes ser un cliente para hacer PR o para hacer, en este caso acabo siendo una consultoría más enfocada a storytelling, comunicación y mensajes y dije mira cómo se relaciona, cómo va encajando. Y luego también es que estoy en un momento de mi vida que no ha salido hasta ahora, pero los hago, que estoy viajando y trabajando. Yo no tengo base física en ningún sitio ahora, sino que estoy un poco nómada por el mundo y la newsletter también canaliza ese modo de vida. Y a mí, por ejemplo, tener una newsletter a la hora de encarar nuevas oportunidades en publicaciones, en revistas en las que escribo, también es una cosa que yo pongo. Que pongo como ejemplo de relatos de viajes, de cómo cuento mis experiencias y de cómo enfoco la comunicación. A partir de ahí empecé a colaborar con National Geographic, con la revista Elle, la Travel es verdad que he tenido mucha continuidad, ya llevo más de tres años con ellos, feliz de la vida, escribiendo un montón. Y luego en test de turismo de los países. De repente tengo una relación con turismo de Argentina en la que he hecho contenido para ellos, hice un evento en el que hablé de mi experiencia y tengo un proyectito que va a llegar el 1 de mayo, que todavía está ahí en diseño. Puedes decirlo porque esto sale después, si quieres adelantarlo. Maravilloso, puedo adelantar. Va a ser un proyecto de viajes que finalmente materializar un poco todas estas experiencias en forma de guías, pero guías mías, no guías de las cinco cosas que tienes que hacer en los lugares, sino un poco una oda a esa guía inútil, que te va a decir más, te va a hablar más de las experiencias y muy editada por mí y por lo que he ido viviendo y por cosas muy locales, que al final he ido, porque al final me quedo, me suelo quedar en los sitios más de un mes y más de mes y pico y tengo otro tipo de vivencias y quiero trasladarlas a un proyecto que se llama My Flowers, My Travels, y va a tener un primer formato en Instagram, pero va a ir trasladado, iba a ir muy unido también a la newsletter y a todos mis reportajes de viajes. Entonces, de alguna manera estoy intentando ligar toda esa parte de mi vida que es personal y se está acabando convirtiendo en profesional también. Entonces, yo creo que ahí va a encontrar su lugar, va a haber una parte más literaria y va a haber una parte también más práctica de recomendaciones, de colaboradores y de reflexión también de lugares, de qué significa viajar y bueno, tendrá esa parte interesante. Qué guay, bueno, lo seguiremos de cerca sin duda. Es que estaba, según decía el National Geographic y tal, cuando me has dicho, no tengo poquitos, casi mil suscriptores, bueno, mucha gente que tiene más suscriptores le gustaría poder alardear de las oportunidades que le han surgido. Quiero decir, que al final, bueno, ya lo has dicho, pero siéntete muy orgullosa porque al final estás llegando a gente con la que te salen oportunidades de negocio y eso es monetización, indirecta en este caso, pero al final es monetización. Total, es verdad que además me ha ayudado tu pregunta a reflexionar un poco sobre este círculo. Muchas veces uno siente que las cosas que va haciendo están desconectadas o solo entiendes cuando miras hacia detrás. Y es lo que te decía, yo ahora comprendo que todo lo que hago, porque al final todo, mi super aprendizaje es si tú haces algo y lo vas contando y lo vas publicando y le vas dando cierta visibilidad, merece la pena. Es que alguien te lee. Hay un momento y si eres consistente, coherente con lo que haces, que yo siempre digo, mi regla de la comunicación, hay que tener una buena historia, pero hay que ser coherente y consecuente y tener esa constancia de oye, no es que lanzo una cosa y me olvido, y no, si yo quiero que de verdad crear esa comunidad de personas que sigan lo que hago, que se alimenten un poco de lo que escribo, al final tengo que ser consecuente y tengo que darle ese contenido y dar esas historias y generar esas interacciones también con eso. Muy contenta, ahora que lo pienso. Bueno, al menos esta entrevista está sirviendo para oye. ¿Cómo te gustaría ver a Alas en un año? Súper sincera transformada en un libro. Bueno, en un año te tengo que llamar otra vez a ver cómo va. Soy una literaría y digo, por favor. Bueno, quién sabe, igual aquí está escuchando esta entrevista algún editor. Imagínate, me muero. ¿No te has planteado nunca, precisamente con esto de Zapta, ponen, bueno su objetivo es que las newsletters se conviertan de pago, para ello la mordida, ¿te has planteado alguna vez cerrar una parte o hacer una parte más privada? Sí lo he pensado, 100%, y de hecho he tenido muchos insights de colegas en el mundo de Zapta, del mundo marketing que me decían, basta ya de que sea gratis. Y yo, wow. Y ahí ese momento es cuando te entra pánico, síndrome del impostor, dices, de verdad, ¿esto tiene tanto valor o cómo le podría dar valor? Sí lo he pensado, creo que tendría que hacer una mayor reflexión sobre qué parte cerrar y qué poner en esa parte que cierro. Incluso si es el formato, si es que sea un encuentro más con la gente que está suscrita y que haya casi un encuentro acerca de la carta, cositas que se me ocurrieron y que no he materializado todavía, pero está sobre la mesa. Bueno, avísame si cambia. Ahí te aviso. Ahora yo te voy a avisar, Chus, de todo lo que ha pasado. Sí hombre, claro. Yo estoy aquí con el follow up seguido. Bueno, tengo la pregunta, el juego este entre el invitado anterior y el siguiente. A ver, en tu caso creo que es un poco tajante la respuesta, pero Nico de Foylory, el anterior invitado preguntaba acerca de canales de adquisición de la newsletter. Y te preguntaba si probaste a utilizar ads para hacer crecer tu newsletter. Ya le has respondido. No utilicé ads. Ni utilizo. Nico, no te valgo. Vale, ya hemos hablado de estrategias para crecer. No obstante, si quieres, plantea tú la pregunta al siguiente invitada, creo que es, y respóndetela también. Mi pregunta va a ser más romántica y va a ser ¿qué te inspiró para crear la newsletter? ¿Qué te hizo clic? Y a mí creo que en realidad, lo he contado, pero para mí fue una situación personal y profesional, fue la necesidad de compartir lo que escribía porque me daba mucha vergüenza y la necesidad también de expresar una nueva Carla, un nuevo yo que resurgía y es una nueva etapa en la que entraba siendo freelance, siendo dueña de mi vida, haciendo un montón de cosas por primera vez y que necesite muchas salas, muchas salas y muchas piscinas a las que tirarme. Me ha encantado ese storytelling. Ahí fue. Que bueno, pues la trasladaré a la siguiente invitada y bueno, queda una última pregunta, pero en este punto me gustaría recordarte que si tú también tienes una newsletter como la de Carla y te apetece formar parte de la comunidad de newsletteros, te interesa conocer Creando Newsletters, el espacio donde aprenderás, conectarás y mejorarás tu newsletter junto a otros creadores. Además, mensualmente hacemos video quedadas para compartir los avances con nuestras newsletters y motivarnos. Si te suscribes, tienes acceso a los más de 75 contenidos privados que ya hay publicados. Vamos, una mina de oro con contenidos y tutoriales exclusivos para dar un salto de nivel a tu proyecto y hacerlo en compañía. Entra en creandonewsletters.com y nos vemos dentro. Bueno, Carla, y ahora sí, última pregunta. Esta va de eso que te decía de relaciones con otras newsletters. En este caso, no sé si las conoces personalmente, pero dime cuáles son tus newsletters imprescindibles, esas que te llegan a la bandeja de entrada y siempre abres. Mira, una es y por simili… Sí, por amor también, la de nada importa, de Jesús Terrés. También muy en forma de miscelánea y reflexión. Otra es Growth y Vida, de Olga, porque me gusta, porque me actualiza de todo. Digo, mira, chica, yo la leo a ella y me entero un montón de cosas. Y luego otra, es verdad que no es de alguien personal, pero yo leo la newsletter del New York Times. Esto suena un poco friki, pero me gusta, me suscribí en su momento, porque me gusta mucho… Tú puedes ir poniendo tus intereses y te va alineando un poco según lo que quieres leer. Y leo un montón de artículos que me molan mucho, porque tengo ahí una suscripción y esa me alimenta. Sé que es un poco frik, de periodista eso, pero me gusta. Me gusta un montón. Esas dos les diría que son las que más tengo ahí presentes. Vale, buena selección. Sin duda. Mira, Olga sí que ha pasado… Un poco de cada. Sí, Olga ha pasado por aquí, ¿verdad? Sí, de hecho está dentro de Creando Newsletters, así es que súper maja. Y por cierto, desde que la entrevisté ha crecido bastante su newsletter, o sea que algún día tengo que venir… ¿Ves? Es que soy un talismán. Por favor, Chus, de verdad, que vengan a mi piscina esta, que se tiren. Y si no hay suscriptores, hago un editor. No, un editor. Yo también, soy yo abierta. Bueno, bueno, nunca se sabe quién nos puede estar escuchando. Nunca. Bueno, Carla, pues Joroba, muchas gracias. Con la expectativa, estas dudas que teníamos al principio, yo he de decir que me lo he pasado pipa. Creo que parte de la newsletter es conocer a los remitentes, a las personas que envían la newsletter. Y bueno, creo que en este caso tu contenido ha ganado mucho conociéndote a ti y la historia detrás. Así es que es un placer haberte puesto cara y voz. Bueno, me alegro muchísimo. Me hace ilusión que me digas eso. Has sido mútuo. Me ha encantado la charla y también me has hecho darme cuenta de muchas cosas y del valor que tiene muchas cosas que he hecho hasta ahora. Yo creo que te lo agradezco desde ese lado también. Así que si alguien nos escucha y le gusta y se inspira, pues feliz con eso. Genial. Bueno, pues como siempre digo, nos vemos en el inbox.